Sinopsis:
Yolanda tiene una habilidad especial para hacer felices a todos, excepto a sí misma. Maestra de niños sordos, sueña con viajar a París. Cuando por fin consigue volar a la ciudad del amor, su novio la deja tirada en el apartamento que había alquilado para el fin de semana. Por suerte, Patrick, su guapísimo casero, le dará alojamiento a cambio de que ella le ayude con el cortometraje que su productora realiza sobre esta mágica ciudad. él le pide que le regale Paría a través de sus cinco sentido y Yolanda, mientras recorre sus calles, descubrirá que las dos cosas que su padre le dejó en herencia; la lengua de los signos y el amor por el francés, no fueron al azar.
La fuerte atracción hacia Patrick, las divertidas y alocadas vecias de Rue Sorbier y alguien muy especial que irrumpirá en su vida, harán que el regreso a Valencia le resulte mucho más difícil de lo que imaginaba.
Opinión Personal:
Lo cierto es que hacía tiempo que no me reía así con un libro. Meses para ser más exactos. Las situaciones cómicas en las que se meten esto personajes son de lo más alocadas, divertidas y ocurrentes (dos momentazos: cierta ancianita en un determinado baño y joven rubia en urgencias)
Pero detrás de estos momentos divertidos y alocados, se esconde una gran historia de amor. Y no me refiero sólo a la relación que puede surgir entre Patrick y Yolanda, sino a todo ese amor que rodea a cada uno de los personajes de esta novela. El amor de Yolanda por todo aquello que su padre le dejó como herencia y el que sentirá por esa persona que aparecerá inesperadamente en su vida. El que siente Patrick por su trabajo y el que no quiere reconocer que siente por parte de su pasado y presente. El de Violette por su anciana amiga, su jefe mandón y cierto hombre misterioso que se cruza en su camino, el de Odile por su familia y amigas, el de la señora Laka por su trabajo, marido, sobrino y amigos. Todo eso es lo que nos encontramos en este libro. Una maravillosa cuidad donde el amor no reside sólo en la relación de un hombre con una mujer, sino en todos aquellos que nos rodean.
Sencilla, apasionada, divertida, alocada, audaz, ardiente, emocionante. Todo eso es Regálame París.
Enhorabuena Olivia Ardey.
Mi nota: 10 sobre 10.
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