TENSA ESPERA
Alice llegó como una exhalación y entró cual huracán en casa.
-¿Qué pasa para que me hagáis venir así? ¿Y cómo diantres has hecho eso, Kara?
-Creo que tengo la clave de cuál va a ser el siguiente movimiento de Jake.- Respondí anticipándome a todos.- En cuanto a cómo he conseguido ponerme es contacto telepáticamente contigo, es algo que hago con frecuencia con Chris. Siempre he creído que podía hacerlo con él porque en parte compartimos el mismo ADN. Y al fin y al cabo a ti te mordí y te traspasé parte de mis recuerdos. Pensé que contigo también podría. Además, me di cuenta de que estás más rara de lo habitual. Eres más rápida y más silenciosa. Por no decir un poquito más fuerte. Creo que de una forma u otra, te di algo más que mis recuerdos.
Alice agachó la cabeza. Había dado en el clavo.
-Tienes razón. No sólo me traspasaste tus recuerdos. Descubrí que también me habías pasado parte de tus cualidades. Obviamente en pequeñas cantidades, pero es cierto, soy más rápida, mas silenciosa y más fuerte. Y no es fruto del entrenamiento. Es a causa de tu mordisco. Pero eso no es lo importante. ¿Qué ocurre para que me hayáis hecho venir con tanta urgencia?
Drake se acercó a ella y ambos tomaron asiento.
-Kara tiene una teoría y después de analizarla durante todo el día, creo que es muy acertada. Yo mismo decía que Jake debía esconder un as bajo la manga y, Kara cree haber descubierto cuál es.
-Drake, se un poco más concreto, ¿quieres? No tengo mucho tiempo.
-Alice, ¿sigue Alexia con vosotros?
-No. Desapareció tras tu ataque a la fábrica. ¿Por qué lo preguntas?
-El día que eché a Jake de aquí, me respondió que ya no me necesitaba, y meses antes escuché una conversación entre él y Jordan en la cual se planteaba la posibilidad de que mi madre volviera a concebir. Mamá se sometió al tratamiento, pero no quedó embarazada. Alexia siempre estuvo enamorada de Jake y podría haberse ofrecido como vientre de alquiler.
-¿Me estás insinuando que puede haber alguien como tú por ahí?
-No. Estoy segura que hay alguien como yo por ahí, bajo la tutela de Jake, escondido para que nadie sepa de su existencia, siendo entrenado por el propio Jake, y esperando el momento oportuno para que explote sus cualidades y venir a por nosotros. Y si no me fallan los cálculos, debe tener cerca de quince años. Nos queda menos de un año para que explote.
-¡Joder!- Dijo Alice por lo bajini al tiempo que se ponía en pie y comenzaba a dar vueltas por el salón como una fiera enjaulada. Siguió mascullando tacos, al tiempo que se revolvía el pelo con las manos. Los demás nos limitamos a esperar.
-Veamos, tu teoría tiene sentido, principalmente porque aunque todos los demás dormimos en el cuartel general, Jake no lo hace. No se suele hospedar demasiado lejos, pero nos tiene prohibido ir a buscarlo, surja lo que surja. Siempre insiste en que antes de ir hay que llamarlo. Creía que era porque en parte tenía miedo a que le descubrieran los guardianes, pero si lo que me dices es cierto, tenemos un problema, un problema muy gordo. ¡Y no puedo avisar a Alexandre!
-¿Por qué?- Mi esperanza de que los guardianes se aliaran con nosotros se iba al traste por momentos.
-¿Cuánto te queda de embarazo?
-Creemos que unos quince días.- Dijo Chris.
-Porque no pienso decir nada sobre tu estado hasta que mis sobrinos nazcan y sepamos a que nos enfrentamos. Temo que quisieran matarlos en cuanto se enteraran.- Ahogué un grito mientras me acariciaba la barriga.
-También creemos que Jake no tardará en venir a ver si estamos por aquí.
-Estáis en lo cierto.- Miré a Chris y entendí que esas eran las malas noticias a las que se había referido.- Está preparando una incursión. No se acabó de creer lo de que os habíais ido y estuvo investigando. Encontró las imágenes de las cámaras de seguridad de la clínica donde trabajaba Morraine y vio a Helia. Dedujo que Chris estaría por aquí y siguió buscando imágenes, hasta que encontró las de un cajero de un banco donde Chris había sacado dinero. No sabe que los demás estáis aquí, pero lo sospecha. Sois una familia muy unida. Así que ahora está planeando venir con unos cincuenta hombres para ver que estáis tramando. Y me va a tocar entretenerlo para que tarde más de quince días en venir.
-¿Y si nos separamos?- Preguntó Victoria.- Podríamos escondernos en algún otro lugar, o desviar la atención de Jake hacia otro lado, para que Kara pudiera estar tranquila aquí.
-No. Es mejor que permanezcáis juntos. Quiero saber una cosa, ¿qué va a pasar contigo si el parto se complica?
-Chris me transformará.- Dije plenamente convencida, mientras de fondo escuchaba el callado rugido del pecho de Lucian.
-¿Seguro?- Asentí. Sabía que lo preguntaba porque ella era consciente de las veces que Chris me lo había negado.
-Me lo ha prometido.
-Pues entonces cumple tu promesa, porque vamos a necesitar de la fuerza de tu mujer. ¿Sabéis de alguien más que nos pudiera ayudar, algún otro inmortal?
-Podría pedirle a Osiris y Neftis que vinieran. Les acompañaría Said y Obsidiana.
-¿Por qué quieres que nos ayuden?
-Porque no sé a qué nos enfrentamos, Kara. ¿Quién nos dice que solo inseminó a una mujer? Nadie nos puede asegurar que sólo haya otro como tú y que no sean varios. No voy a avisar a Alexandre hasta que des a luz, pero quiero que os cubran las espadas. Osiris y Neftis son una muy buena opción. Ellos fueron los impulsores del tratado de Maximiliano. Llámales Helia, pero que no se dejen ver.
-¿De verdad crees que puede haber más de uno?- Preguntó Drake. Mi madre se desencajaba por momentos.
-No lo sé. Pero hay que sopesar todas las posibilidades. Si de algo estoy segura es que Jake hará cualquier cosa para conseguir su objetivo. Eliminar a todos los morwins.- Giró sobre sus talones y clavó sus ojos azabaches en Chris.- Quiero que la cuides y que cumplas la promesa que le has hecho. No me gustaría volver y saber que he ganado dos sobrinos pero que he perdido a mi hermana. Porque si no cumples tu promesa, lo pagarás con tu vida Chris. Eso te lo aseguro.
-¡ALICE! ¿Te has vuelto loca? ¿Por qué demonios le amenazas?
-Porque ya te perdí una vez y no estoy dispuesta a perderte dos. Soy lo que soy gracias a ti. Cuando éramos niñas, tú siempre eras la mejor en todo, y yo lo único que pretendía era ser igual de buena que tú. Por eso entrenaba como una posesa. Luego me mordiste, me abriste los ojos y me pasaste parte de tus dones. Me convertí en una Alice mejor y decidí hacer algo útil con mi nueva vida, algo como lo que tú hubieras hecho. Por eso busqué a Alexandre. Te debo muchas cosas, Kara, entre ellas, mi vida. Así que si tu flamante marido no cumple su promesa, no va a necesitar a Lucian. Yo me encargaré de él.
La miré detenidamente. Jamás creí que Alice sintiera que me debía la vida. Había sido mi amiga, y ahora lo volvía a ser. Y si Keinan tenía razón en algo, era que yo era leal a mis amigos y familiares. Siempre les había protegido. A mi madre ocultándole mi verdadera existencia, el real motivo de mi sufrimiento. A Victoria, auxiliándola cuando Juan trató de abusar de ella, mintiéndole para que no sospechara de mi naturaleza o de la de Chris y, nuevamente salvándola de Charles. A Chris y a su familia, poniéndome de su lado, entendiendo sus razones para llevar la vida que llevaban, amando a mi bello ángel hasta límites absolutamente inhumanos y uniéndome a ellos en la batalla. A Alice, salvándole la vida cuando éramos unas adolescentes y nos cruzamos con Bastian, mordiéndola para dejarla inconsciente el día del enfrentamiento. Y ahora yo era la que debía ser defendida.
Alice se marchó tras una escueta conversación con Drake. Yo me senté en el sofá y empecé a darle vueltas a todo lo que habíamos hablado. Me sentí extraña. Por primera vez en mi vida ya no era la única de mi especie. Se barajaba la posibilidad de que hubiera otro ser como yo, alguien ni humano ni inmortal. Otro mestizo. Pero la diferencia entre ese ser y yo radicaba en que él no tendría opciones, porque si estaba bajo la tutela de Jake, le habría comido tanto el cerebro que lo habría convertido en una perfecta máquina de matar. Y había que averiguar si mis suposiciones eran cien por cien ciertas.
-Kara, ¿podríamos hablar un segundo?
El acercamiento de Olimpia me pilló totalmente desprevenida. Si bien era cierto que hablábamos de vez en cuando, últimamente se había distanciado de mí. Y yo tenía la sospecha que era a causa de mi embarazo.
-Claro Olimpia.
-¿Es ésta Alexia?- Dijo sacando un dibujo. En él se contemplaba a la perfección el rostro de la antigua colaboradora de mi padre.
-¿De dónde lo has sacado?
-Es una larga historia. Verás, hace años, me crucé con esta mujer en una ciudad. Recuerdo que me sentí atraída por ella porque su efluvio no se parecía al de nadie que yo hubiera conocido, excepto al tuyo. Iba rodeada de un grupo de cazadores, de muchos, y supuse que era alguien importante, tal vez la mujer del líder supremo. Mi sorpresa fue cuando vi que estaba embarazada y entendí que su olor era debido a su estado. Ninguna mujer embarazada huele bien, de hecho apenas huelen a humanas y sus luces no son brillantes ni apetecibles. Pero en ella todo era diferente. No lo entendí en su momento, pero al conocerte a ti, até cabos. Olía diferente porque llevaba un mestizo en su vientre. Por eso estoy segura de que tu teoría es acertada.
Cerré los ojos y suspiré. En el fondo detestaba tener razón. Porque si ese mestizo existía, significaba que Chris estaba en peligro. Y yo no le podía proteger.
-¿Estás bien?
-Sí Olimpia. Es simplemente que me preocupa tener razón.- Musité mientras miraba a Chris.
-No permitiremos que os ocurra nada Kara. Ni a ti ni a él.
-No lo entiendes Olimpia. Si hay otro ser como yo significa que tiene mis mismas cualidades. Es alguien capaz de matar a cualquiera de nosotros, por no decir a todos y, si está bajo la custodia de Jake, le habrá lavado el cerebro de tal modo que no parará hasta conseguir su objetivo. Y ahora mismo en mi estado no puedo defenderlo.
-¿Cuándo salieron a relucir tus cualidades por completo?
-El día que cumplí quince años, ¿por qué?
-Porque si mis cálculos no me fallan ese mestizo cumplió los catorce a primeros de mes. Así que como tú has dicho nos queda un año. Y tu embarazo no va a durar tanto. Lo que hay que tener en cuenta es que habría que poner a tus hijos a salvo cuando llegue el momento.
-¿Qué quieres decir?
-Que si Jake descubre a tus hijos, los querrá para él.
Y el mundo me cayó a los pies. No había sopesado esa posibilidad, pero Olimpia tenía razón. Si Jake descubría que yo había dado a luz a mis hijos y, que éstos tenían cualidades parecidas o superiores a las mías, los querría para él, para entrenarlos y convertirlos en perfectas máquinas de matar.
-Plantéate la posibilidad y si necesitas ayuda, ya sabes dónde estoy.
Y me dejó sola de nuevo, con millones de preguntas sin respuestas en mi cabeza.
-¿Vas a decirme de una vez qué es lo que estás pensando?
Estábamos en nuestro dormitorio y, mientras él masajeaba mis hinchados tobillos, yo seguía dándole vueltas a un montón de cosas a la vez.
-Necesito respuestas a algunas cosas.
-Pués pregunta y yo te respondo.
-He estado hablando con Olimpia. Mi teoría es acertada. Se cruzó con Alexia hace años, cuando ella estaba embarazada. Sin embargo ha dicho algo que despertó mi curiosidad. Dijo que ella olía bien y que eso no es habitual en las mujeres embarazadas. ¿A qué se refería?
Chris suspiró, al tiempo que cerraba los ojos. Supe que no era una pregunta que le hiciera gracia responder, pero yo necesitaba esa respuesta.- ¿Chris?
-Olimpia se podía haber ahorrado esa parte.- Le miré inquisitoriamente. Necesitaba que me explicara eso.- Pero en el fondo tiene razón.
-Ahora eres tú el que se está yendo por las ramas. ¿Quieres hacer el favor de explicarte?
-¿Recuerdas cuando Drake nos contó el ataque que había sufrido la familia de Keinan?- Asentí.- Tenía razón en algo, nosotros no matamos a niños ni a bebés.- Fruncí el ceño sin llegar a comprender el significado de sus palabras.- No te va a gustar lo que voy a decir, pero no lo hacemos porque necesitamos asegurarnos que nuestro futuro alimento va a crecer lo suficiente para satisfacer nuestras necesidades cuando sea necesario.- Le observé con los ojos a punto de salirse de mis órbitas.- Sé que suena a que os consideramos como si fuerais ganado, pero es así. Un niño no tiene suficiente sangre para saciarnos y, su luz no es lo suficientemente poderosa como para satisfacer nuestra hambre. Lo mismo ocurre con las mujeres embarazadas. En ambos casos necesitamos que esos niños nazcan y crezcan. Incluso si una mujer da el pecho a su hijo, huele de forma disuasoria para nosotros y su luz no es apetecible. Ocurre con todas las mujeres embarazadas, excepto contigo y puede que con tu madre tampoco ocurriera cuando estuvo embarazada de tí, al igual que con Alexia. Por eso, si Olimpia la vio hace años y ella estaba embarazada de un mestizo, supo que olía diferente pero no intuyó el por qué. Imaginó que no ató cabos hasta que te conoció a ti. Su efluvio y el tuyo se debían parecer, por eso está segura de que tu teoría es cierta.
-Entonces, ¿sigo oliendo de forma apetecible?
-Sí. Muy apetecible para ser más exactos.- La llamarada de dolor se volvió a reflejar en sus azulinos ojos. Era aún más tentadora para él.
-Entiendo.- Me volví a sentir culpable por hacerle pasar por ese infierno.
-¿Qué más querías saber?
-Alice dijo que Jake planea venir a… digamos hacernos una visita de cortesía. Creo que se quedó corta explicándolo, pero tengo la sensación de que te metiste en su cabeza. Quiero saber a qué nos enfrentamos.
Volvió a suspirar antes de responder.- Planea venir el fin de semana.
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