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martes, 30 de abril de 2013

Nota informativa

A mis queridos ángeles ocultos:
Muchos de vosotros os estáis poniendo en contacto conmigo a través de diferentes cauces para preguntarme por mis libros, tanto por la Saga el Ángel, como por la Saga Valyrias y Sombras.
Bien amigos, como dije en su día, ninguno de mis libros se puede adquirir por el momento. Tanto los tres libros que componen la Saga el Ángel, El Ángel de la Destrucción, La Llama del Ángel y Almas Gemelas,  como los que componen la Saga Valyrias y Sombras, La Reina Valyria y la Princesa de Luz, fueron retirados de la editorial digital en la que se encontraban.
En su día ya dije que lamentaba enormemente tener que dar esta noticia, pero era y sigue siendo un por un bien mayor.
La auto edición y la publicación en plataformas digitales, tipo www.bubok.es o www.lulu.com limitan el acceso y promoción de la novela.
Mucha gente sigue desconfiando de comprar a través de internet, y nuestra promoción y difusión queda reducida a redes sociales y blogs que quieran difundir nuestro trabajo.
Por eso, en determinadas ocasiones, los autores noveles nos vemos abocados a tomar decisiones difíciles que no nos gustan, pero que son necesarias para llegar a todos y cada uno de vosotros.
Antes de terminar Almas Gemelas, el tercer libro que compone la Saga el Ángel, me embarqué en una nueva saga, protagonizada por unas mujeres indomables, fuertes y pasionales, llamadas Valyrias. El primer libro, La Reina Valyria, recibió muy buenas críticas por parte de toda aquella gente que leyó el libro, desde lectores que apostaron por mí desde el principio a grandes escritoras como Encarnación Alcalde Brotons o Lena Valenti. Así como su sucesora, La Princesa de Luz. Así que tras meditar mucho, decidí tomar una dura pero necesaria decisión. Luchar por conseguir una editorial, al precio que fuera. Incluso teniendo que sacrificar vuestro apoyo durante un tiempo y descolgué los libros de la editorial digital en la que se encontraban.
Siendo plenamente consciente de la enorme faena que os hacía, paulatinamente fui descolgando los libros, avisando con antelación para que los pudierais adquirir si todavía estabais interesados.
Muchos de vosotros os lanzasteis como posesos a adquirir los libros, y me lo pensé mucho al ver vuestra respuesta. ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Era lo mejor o me estaba equivocando? Sigo con esas dudas, pero finalmente descolgué los libros. Con gran dolor en mi corazón, por supuesto.
Tras un proceso de corrección de cada libro, perfilar detalles que hubieran podido quedar sin pulir, lancé mi campaña ofensiva en busca de editorial. Campaña en la que sigo inmersa.
Esta campaña comenzó a principios de años y sigo peleando por conseguir editorial. Me he dado cuenta de que es una de las más difíciles decisiones que he tomado, pero también la más acertada. Cuando de repente recibo correos de Chile, sí, habéis leído bien, Chile, pidiéndome la continuación de El Ángel de la Destrucción. Porque hasta allí han leído este libro. O de repente me piden La Reina Valyria, me doy cuenta de que necesito una editorial para poder llegar a todas partes. Y cuando me refiero a todas partes, quiero decir a todos y cada uno de vosotros.
Jamás dejaré de repetir que este sueño no hubiera sido posible sin todos y cada uno de vosotros. Porque vosotros me habéis impulsado, dado aliento, apoyo y calor en los momentos difíciles. Me habéis arropado, querido y mimado.
Por eso, mis ángeles ocultos, esta decisión fue tan dura de tomar para mí, pero tan necesaria para vosotros.
Si al final no consigo ninguna editorial, pensaré cuál es la mejor forma de poder llegar a todos y cada uno de vosotros, buscaré la forma de seguir a vuestro lado.
Mil gracias a todos y, sobre todo, a esas persona que siempre me han apoyado, desde el principio hasta el final. No necesitáis que ponga vuestros nombres, porque muchos de vosotros formáis parte de mi lista de amigos incondcionales.
Un beso, un abrazo y un mordisco.


sábado, 27 de abril de 2013

Adoro a Mauro

¿Qué es lo que sucede cuando este libro cae en tus manos? Difícil de explicar, pero lo voy a intentar.
Recomendado por mucha gente, entre ellas alguna amigas, decido comenzar a leer este libro ayer viernes, a eso de las 19:30. Tras leer el primer párrafo me doy cuenta de que este libro no tiene desperdicio. Al pasar la primera página me doy cuenta que sonrío. Y sin saber cómo, acabo sentada en el sofá, retorciéndome de la risa, mientras mi marido me mira con cara de "¿Y a ésta qué le pasa ahora?" y mi hija de nueve años me pregunta "Mamá, ¿te has fumado un porro?". Comentario que por supuesto, agudiza mi ataque de "descojono descomunal"
Me toca coger un pañuelo y LIMPIARME LAS LÁGRIMAS. Estoy llorando de risa. Así que dejo el libro sobre la mesita del comedor y me dispongo a preparar la cena. Ligera, porque empieza a dolerme la barriga a causa del "ataque de risitis aguda".
"Mamá, ¿puedo jugar con la Wii?"
"Pregúntale a tu padre cariño, que la mamá no quiere ver la tele."
A lo que mi hija se va a preguntarle a su padre si la deja. El pobre, resignado, le dice que vale. Yo sigo en la cocina, recogiendo los restos de la cena, mientras mi marido friega los platos. Me comenta que quiere ir a ver tocar a unos amigos que tenemos mientras yo sigo recogiendo y recordando el momento bomba-microondas que he leído en el libro, cosa que provoca un nuevo ataque de "risitis", esta vez, no tan agudo.
"Cielo, ¿me estás escuchando?"
"No" Para qué mentir si se nota que paso olímpicamente de lo que me está diciendo.
"Te decía que no sé si llamar a éstos (referencia a los amigos que tocan música) e ir un rato a verlos"
"Me parece buena idea. Ves si te apetece. Con todo lo que hemos pasado (cosa que no voy a relatar porque no viene a cuento) te mereces desconectar un poco. Anda, llámalos y vete un rato."
"Es que no quiero dejarte sola." (El santo varón que tengo por marido lleva un mes pendiente de mí a causa de nuestro problema)
"No te preocupes, cariño. Yo voy a seguir leyendo." Puntualizo que adoro leer (no menos de dos libros al mes) y que mi marido no lee ni la sección de deportes del periódico.
"Entonces, ¿no te molesta?"
"No cielo. Anda, métete en la ducha y vete un rato" (que yo estoy deseando saber que pasa con la "tetona" y con Mauro)
Mientras mi marido se da una ducha, tras la pertinente llamada de rigor a los colegas, yo me siento de nuevo en el sofá y me pongo a leer. Resultado, segundo ataque de "risitis aguda" que provoca espasmos en mi estómago, cara de estupefacción en mi hija que mi mira cómo diciendo "mi madre está flipada" y que las lágrimas vuelvan a brotar de mis ojos.
Tras los besos de rigor, el te quiero que siempre me da, el ten cuidado (por si bebe y hay pasma) y el "cuida de mamá", mi marido se va a despejarse un rato. Lo necesita, igual que yo, pero mi despeje tiene otro nombre: ADORO A MAURO.
Once y veinte de la noche. Mi hija hace rato que se ha cansado de jugar a la consola y está viendo la tele en mi habitación. ¿Por qué? Porque toda digna ella a sus nueve años me ha dicho: "Mamá, me voy a tu cuarto a ver el Disney Chanel porque no me entero de nada con tus ataques de risa." Santa razón que tiene la niña. He usado tres pañuelos de papel para limpiarme las lágrimas.
Mi peque asoma por la puerta del salón. "Mamí, me acompañas a la cama".
¡BUF! ¡Qué pereza! Estoy leyendo un momento de esos "cumbres" en lo que sé que me va a dar otro ataque de "risitis aguda"
"¡MAMÁ!" Grita que reclama mi atención
"Vamos tesoro"
Resignada dejo el libro, colocando antes el marca páginas en su correspondiente lugar. Acuesto a mi hija, le doy dos besos, apago la luz y me dispongo a seguir leyendo. Efectivamente el enésimo "momento cumbre ha llegado" y me da otro ataque de "risitis aguda"
¡PUM! Mi hija se ha cabreado y ha cerrado de un portazo la puerta de su dormitorio. Voy a ver qué sucede.
"Cielo, ¿qué pasa?"
"Mamá, así no hay manera de dormir" Tiene el ceño fruncido y echa chispas por los ojos. "Descojono descomunal" el que me da al verla así, lo cual provoca que me fulmine con la mirada. Decido hacer las paces dándole un beso en la frente y cierro la puerta.
01:45h. Recostada en mi cama leo la última línea de ADORO A MAURO. Se me han acabado los pañuelos, así que toca secarse las lágrimas provocadas por el ataque de "risitis aguda" con las mangas del pijama. A todo esto, he tenido que ir tres veces la baño para no "mearme de la risa" y lo digo en el sentido más literal de la expresión. Y por cierto, tengo agujetas en la barriga de tanto reír.
Al fina Mauro ha conseguido dos cosas. Primero, que durante horas me olvide del "horribilis" mes que he pasado. Y a su chica, que por supuesto no voy a decir quién es.
Desternillante, ingenioso, dicharachero, divertido, original y brillante ADORO A MAURO, de Yolanda Quiralte, es un libro que no os puede faltar.
Porque estoy segura de que cuando empecéis, no podréis parar.
NOTA: 15 SOBRE 10
Para comprar Comprar aquí

viernes, 12 de abril de 2013

Una triste y espantosa noticia

Hola amigos:
Hoy traigo una triste noticia que me ha tocado el corazoncito. Os cuento un poco de que va esta historia.
Todos sabéis que tras editar mi primer libro, busqué librerías por toda España, bien a través de correo electrónico o bien a través de las redes sociales. Tuve la enorme suerte de tropezarme con Maribel, la propietaria junto a su marido Rafa, del Book-Café Azabache.
Maribel no sólo me abrió las puertas de su negocio, sino que también me abrió las de su corazón. Nos hemos reído, apoyado en lo que hemos podido y nos hemos unido con un pequeño pero resistente lazo de amistad y pasión por los libros.
Pero por desgracia, hoy me he enterado de que Maribel y Rafa tienen que cerrar su negocio. Un negocio que no es concebido como tal, sino como el reflejo del amor y la pasión que sienten por los libros. Crearon un lugar único y especial, donde las editoriales, los autores (noveles o experimentados) y los lectores disfrutaban de la pasión, el amor y el cariño que esta maravillosa pareja siente por los libros.
Rafa y Maribel estarán en su librería hasta finales de Abril. Así que quién quiera aprovechar estos últimos días para pasar por este establecimiento único, magnífico e irrepetible, os dejo la dirección:
C/ San Joaquín 1, Esquina Aviador Franco.
Vila-Real
Castellón.

Me quedo llorando esta triste noticia y con la esperanza de que algún día, Maribel y Rafa, puedan abrir de nuevo su negocio y hacer realidad sus sueños.
Tristes besos y reconfortante abrazos.

jueves, 4 de abril de 2013

Pequeños Consejo (III)

Uno de los fallos que hacemos muchas veces los escritores noveles, es el uso de los guiones conversacionales. Desde poner el tamaño incorrecto, hasta no ponerlos como corresponde.
Lo cierto es que para evitar esto, simplemente deberíamos coger un libro editado por una editorial seria para darnos cuenta de los fallos que cometemos. Y yo cometí muchos de esos fallos en algunos de mis libro, y he tratado de corregirlos después.
Los guiones conversaciones se obtiene de dos formas:
Cuando estáis en un documento word, arriba del todo en la pantalla podéis observar varias pestañas: inicio, insertar, diseño de página, referencias, correspondencia, revisar y vista. Bien, si pincháis sobre la pestaña de insertar, al final de la pantalla a la derecha, aparece el icono, símbolo. pincháis sobre él y simplemente tenéis que buscar el símbolo de guión conversacional . Os muestro un ejemplo:


―¿Vives en Moon Light? ―Nymeria parecía no encajar en aquel lugar.
―No. Soy la dueña.
―¿Qué? ―preguntó atónito.
―¿Estás sordo? Soy la dueña de Moon Light ―recalcó antes de llegar a la puerta de la urbanización. 
Otro de los fallos que cometemos es dejar un espacio entre el guión conversacional del principio de la frase y el signo de interrogación o el de exclamación. Muchas veces hacemos esto porque el ordenador nos da como un posible fallo el poner estos dos símbolos juntos, pero si revisamos cualquier libro editado por una editorial seria, veremos que no se debe dejar este espacio, sino ponerlos juntos, como podéis observar en el pequeño texto anterior. 
Bien amigos, aquí os dejo un pequeño consejo sobre guiones conversacionales. El próximo día os explicaré un par de cosas más sobre este tema. 
Un abrazo a todos.