Buenos días Ángeles y Ocultos:
Hoy os traigo el último libro (de momento) que compone la Saga Tiempos de Pasión de nuestra amiga Tamara Carmona. Una saga repleta de vampiros poco convencionales, amor, pasión, y guerras.
Recordad que esta saga está compuesta por tres libros.
Libro 1º:
Rosa de Sangre
Libro 2º:
Tormenta Negra
Libro 3º:
Hielo y Fuego
Los tres libros se pueden encontrar en formato PDF o en papel, con acabados en rústica o tapa dura.
Hoy os dejo el prólogo y el primer capítulo de Hielo y Fuego. Para adquirir alguno de los libros pinchad sobre los títulos que os he indicado arriba.
Espero que lo disfrutéis.
Un beso, un abrazo y un mordisco.
Prólogo
Sueño todos los días con la misma persona, con sus cabellos rojizos, que siempre parecen estar alborotados, con esos ojos verdes que tanto me cautivan, con esa sonrisa que me hace estremecer, con su reluciente piel…
No comprendo la razón por la que sueño con él, pero algo en mi interior se revuelve cada vez que lo veo y, por alguna razón, siempre estoy deseando que llegue el día para poder soñar otra vez con él.
Nadie comprende cómo me siento, ni mis padres, ni mis amigos, nadie parece comprenderlo y yo menos que nadie. No entiendo la razón que hay tras mis sueños y la verdad no espero comprenderlo, ya que, ¿quién se preocuparía por algo que no es real? Pero, aún siendo así, lo deseo, deseo que ese sentimiento sea real, ¿por qué? No lo sé, pero es así.
Tal vez sea a causa del accidente que tuve seis meses atrás, o tal vez sea que mis hormonas están demasiado alteradas, a causa de la vida que crece en mí, pero no puedo evitar sentir que debería estar en otro lugar…
-¿Te encuentras bien?, ¿quieres que lo dejemos por hoy?
Regresé de mis pensamientos justo a tiempo de ver cómo Psyren cerraba el zarrapastroso volumen que había estado leyendo.
-¡Oye!, aunque vaya a tener un hijo tuyo, no me trates como una inválida, que ya soy mayorcita para cuidarme yo solita, ¿de acuerdo?- Le grité furiosa.- Y… otra cosa, Psyren, ¿puedes explicarme otra vez por qué estoy leyendo un libro sobre vampiros, si yo ya soy uno?- Le pregunté abatida.
-Bueno, son órdenes de tu madre.- Respondió deprisa. Al parecer tenía la fea costumbre de evadir este tipo de preguntas con una respuesta por el estilo: “órdenes de tu madre”. ¿Y a quién le importaba eso?
-Vale, ya sé que todo esto es nuevo para mí, pero, ¿por qué tengo que averiguar las cosas por mi cuenta?, ¿por qué no me lo podéis decir todo de una vez?
-¿Aún sigues pensando en él?- Le había contado todo en relación a mis inusuales sueños y nunca me había creído, entonces, ¿por qué ahora me estaba preguntando?
-¿A qué viene esa pregunta?- Solté furiosa.- No tiene caso que te responda si no vas a creerme.
-¿Y quién dice que no te creo?- Mis ojos se abrieron de par en par ante la sorpresa.- Es cierto que no tendrías por qué soñar esas cosas pero, ¿qué importancia tiene?
-¡Oh!- Exclamé esbozando una maliciosa sonrisa.- ¿Entonces tú sabes por qué sueño con él?
-Es posible.- Respondió evadiéndome de nuevo. Ya estaba harta.
-¿Y bien?- Insistí.
-Bueno, no es que lo sepa en verdad.- Respondió con una sonrisa.- Es tan solo una historia, pero se asemeja a lo que te está pasando. Y… a decir verdad, no debería estar diciéndote estas cosas que podrían confundirte… Además, si se enteran…
-¡No se enterarán!- Le corté tajante.- Dime, Psyren, ¿qué hay en esa historia que se asemeja a lo que me está pasando?
-Hace tiempo…- Empezó en un susurro, como si lo que me fuera a decir fuera un secreto muy bien guardado.- conocí a alguien igual a ti. Ella era una Princesa muy poderosa, por lo que todo el mundo la quería de aliada, pero no fue hasta que una persona muy querida para ella estuvo en peligro, que pudieron…
-Vale Psyren.- Le corté. Ya estaba cansada de escuchar tantas mentiras.- Suena como una historia de hadas y ya sabes que no me gustan. Además no sé qué tanto puede asemejarse esa fábula con que yo tenga sueños extraños con un chico que no conozco de nada.
-Sí, tienes razón.- Accedió.- Es imposible de creer que alguien se hubiera sacrificado para salvar a alguien importante, ¿no es así? Violet,- Sus ojos se quedaron muy fijos sobre los míos. Tenía una expresión ausente, pero también estaba llena de ira. Me asusté.- una vez me equivoqué,- Siguió.- pero pienso enmendar mi error, ¿entiendes?- Murmuró en tanto que salía de la biblioteca y me dejaba sola.
Pero, ¿qué narices le pasaba a ese chico, diciéndome cosas ininteligibles para mí? Una princesa que había salvado a una persona importante, ¿eh? ¿Quién iba a creerse semejante historia, sabiendo que nuestra sola existencia venía marcada por la crueldad y la muerte? Nadie en su sano juicio, creería semejantes palabras, pero… yo no estaba en mi sano juicio.
Puede que algo de lo que me había dicho Psyren fuera cierto, o tal vez yo deseara que lo fuera, porque, de otro modo, ¿cómo se podría explicar que un vampiro pudiera haberse enamorado de una ilusión?… ¿Amor? ¿Acaso los vampiros podían sentir eso? Seguramente no. No importa cuánto deseara que fuera así. Yo jamás podría amar a nadie, no cuando mi parte de vampiro estaría dispuesta a matarlo sin poder remediarlo. Ésa es la naturaleza de los vampiros.