ACEPTACIÓN
Protesté.- Necesidades humanas que sólo tengo yo.- Me molestaba tener determinadas urgencias que calmar, cuando él no tenía ninguna.
-No, yo también.- Dijo mientras arrancaba. Fruncí el ceño. Él no tenía humanas necesidades. Me miró y resolvió mis dudas.- Llevo tres días con la misma ropa, y en algún lugar tendré que colocar lo que compré ayer.- Dijo señalando al maletero, donde todavía estaban las cajas.- Recuerda que voy a tratar de parecer un humano más.
(...)
-¿Prometes no enfadarte si te lo cuento?- Aquel día parecía el día de las promesas. Asentí. Sus ojos volvían a ser inmensamente azules.- Te mentí. Soy capaz de meterme en tu cabeza sin tu permiso.
-¿Qué?- ¡Ay, no!- Pensé. Aquello era horrible, significaba que sabía cada uno de mis pensamientos.
-Tranquila, no es lo que piensas.- Suspiré.- Verás, hace poco más de catorce años descubrí que mientras dormías yo podía escucharte. El problema es que no te puedo oír con la misma nitidez que cuando estás despierta y me dejas meterme en tu cabeza. Todo llega a mí como apagado y envuelto en una espesa neblina. Incluso a veces hay lagunas, grandes espacios negros y vacíos que no sé rellenar. Y de esa manera es de la que te he estado vigilando.
"Cuando dormías, que por cierto ha sido bien poco, podía ver, o mejor dicho, entrever como era tu vida. Tu trabajo, que ya me explicarás como has acabado de contable, tu madre, Victoria, algún conocido. Lo veía borroso, pero veía que tenías una vida. Hasta el viernes."
"Ese día estaba vigilando, tratando de oírte, cuando de repente dejé hasta de sentirte. Utilicé toda mi fuerza para buscarte, pero no había manera de encontrarte. Era como si hubieras desaparecido. Me entró un pánico increíble."
"Dejé lo que estaba haciendo y vine corriendo. Bueno, más bien volando. Cogí un avión. Me daba la impresión de que no iba lo suficientemente de prisa. Estuve tentado a pilotarlo yo mismo. Estaba frenético y desquiciado. Luego cogí dos más y alquilé un par de coches. Al segundo le quemé el motor de lo deprisa que iba. Literalmente ardió en llamas."
"Estaba en la puerta del cementerio, dispuesto a entrar, cuando te oí. Morir, habías dicho, y por una milésima de segundo pude entrar en tu mente, sin que me notaras. Y lo que vi fue espantoso. Estabas rota, desolada, vacía y fría. Exactamente igual que lo estaba yo. Deseabas morir, cuando ya parecía que lo habías hecho."
"Y entonces lo acepté. Me marché para que tuvieras una vida normal. Pero tú jamás tendrías vida sin mí. Me amas más de lo que merezco, y preferías vivir en un mundo de sombras, antes de tratar de ser feliz con otro hombre. Y como te dije, me propuse intentarlo."
"Durante los dos días en que creí que habías muerto, creí enloquecer. Estaba dispuesto a vivir lejos de ti, pero en un mundo en el que no existieras, eso no estaba seguro de poder soportarlo. Ahora sé que ni puedo ni quiero estar sin ti. Así que acepté que tenía que encontrar la manera de estar cerca de ti, sin matarte. Tú también eres lo que yo más amo, deseo y necesito."
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