El Caballero Oscuro: la leyenda renace

El pasado sábado me fui al cine a ver la última película de Batman, esa en la que todo, en principio, acaba.
Lo cierto es que quería ver la película porque necesitaba un poco de acción, nada de romanticismo y una buena dosis de peleas. Y en eso, no estuvo mal la película.
Comencemos por el principio. Batman lleva ocho años sin aparecer por Gotham, que disfruta de una "paz" que jamás antes ha tenido. A pesar de que la policía está dirigida por su amigo, el comisario Gordon, Batman asumió el asesinato de Harvey Dent y por eso es perseguido por la policía. La Ley Dent ha permitido encarcelar a muchos malvados y ha limpiado las calles de Gotham, convirtiendo a su creador en un icono y un héroe para la ciudad.


Y la vida para Bruce Wayne no es mucho mejor. Recluido en su inmensa mansión, lleva ocho años culpándose de la muerte de Rachel, sin ser consciente de que él ya la había perdido. No se preocupa por sus negocios, ni por su ciudad, ni por su aspecto. Vive al margen del mundo, sumido en el suyo propio, ese en el que sólo hay muerte y dolor.
Pero todo cambia el día que se da una enorme fiesta en su casa y una de las criadas es la encargada de llevarle la cena al Señor Wayne.

Selina Kyle, una enigmática mujer nada convencional, conocida por la policía como Catwoman, es la mujer que le roba el collar de perlas de su madre y sus huellas, sin saber muy bien para qué las necesita la persona que le ha pedido que las robe.
Y a partir de aquí todo se desencadena en una serie de acontecimientos y acciones que llevan a la casi destrucción de Gotham y al renacer de Batman.
Con un malo malísimo que al final no resulta ser quien todo el mundo se cree que es, una "gata" capaz de poner en ridículo a Bruce Wayne, un mayordomo cansado de ver como el niño que crió y que se convirtió en hombre se juega la vida a cada instante, un empelado en empresas Wayne capaz de guardar "juguetitos" y secretos, un joven policía que sigue creyendo en Batman, un comisario cargado de culpa y remordimiento, y un hombre que no le teme a la muerte y que se pone una máscara y una capa para salvar a su ciudad, esta película es capaz de mantenerte pegada al asiento del cine. Si bien es cierto que hay una serie de "detalles" que son, prácticamente, inverosímiles, lo cierto es que la película no me defraudó. Lo mejor de todo, una preciosa escena del final.
Si tengo que ponerle nota, un 9 sobre 10. 

Aquí podéis ver el trailer